Mi vida antes, stress constante
Todo el día corriendo de un lado a otro, cole, visitas, cambio de hora de reuniones, sin tiempo para comer, 20 emails en la bandeja de entrada sin responder y mil cambios por hacer en Autocad de las visitas de obra.
Acababa el día física y mentalmente agotada, y al final, tampoco me había cundido lo suficiente…
Cena y vuelta a la carga. Una jornada que se supone de 8 horas, se dilataba fácilmente 4-5 horas más.
Y tampoco se veía reflejado tanto esfuerzo a final de mes en los ingresos.
Me gustaba mi profesión, pero no era rentable, ni económicamente, ni a nivel familiar, ni de salud.