Hay varios estudios e investigaciones que sitúan en al menos 5, las etapas de crecimiento de un negocio.
Yo he hecho la labor de adaptarlas a nuestro caso en particular, el de nuestros estudios de interiorismo. Y las he dividido en estas cinco etapas:
- 1.- Previa
- 2.- Arranque
- 3.- Afianzamiento / estabilización
- 4.- Progreso
- 5.- Dirección
Es importante saber en qué fase está tu estudio, porque solo así podrás implementar procesos y actuaciones de manera efectiva.
Al igual que no es lo mismo proyectar una reforma integral de un chalet, que una reforma de una cocina y 2 baños en un piso de 90 m². Las necesidades y objetivos de cada fase son diferentes. Vamos a ir viéndolas una por una.
PREVIA
Esta es la fase en la que tienes una idea, no hay nada formalizado aún.
Tienes ilusión y miedo por emprender a partes iguales.
Es un etapa muy bonita donde ves que todo es posible, al igual que cuando proyectabas cuando estudiabas.
No había límites, porque no había presupuesto, y el cliente era ficticio. Podías echar a volar tu imaginación y todo era factible.
Y en esta etapa es bueno que pienses así, que vayas a por todas, y que en tu cabeza tengas claro las metas que quieres alcanzar, pero es muy, muy importante que valides primero tu idea.
Hay un porcentaje muy alto de fracaso, de hecho el 62% fracasa al quinto año según Eurostat y la mitad no llega ni al tercero.
Esto suele pasar si el porcentaje de motivación es muy alto, al igual que el del esfuerzo, pero tienes una idea que no es rentable.
Por ello, lo primero que tienes que hacer es validar tu idea, y asegurarte de que existe una demanda real y que la gente te va a pagar por ello.
ARRANQUE
Una vez has visto que la idea funciona, que la gente está interesada, y que además no le importa pagar por ello, pasas a esta segunda fase, la de arranque, donde tu estudio ya está en marcha.
Tienes tus primeros proyectos, vas teniendo clientes, pero el volumen aun no te permite tener un estudio rentable, porque no puedes vivir al 100% de él por el momento.
En esta fase te debes centrar en vender, vender y vender. Ojo, no a cualquier precio, sino con un estrategia detrás, pero te interesa más invertir en atraer clientes y darte a conocer, que en por ejemplo invertir en un asistente, equipos informáticos o irte a un coworking.
En esta etapa es clave no rendirse.
AFIANZAMIENTO
En esta etapa, ya empiezas a tener un flujo de clientes y generas ingresos. El problema aquí suele ser el tiempo, dedicas muchísimo tiempo a tu estudio, te come muchas horas, y te genera mucho stress, por lo que aun teniendo proyectos, clientes e ingresos, no se puede considerar que tengas un estudio rentable.
Es una fase complicada, porque parece que todo va bien, y es así, si mides clientes e ingresos, pero hay otras muchas variables.
La consecuencia de no actuar en esta fase es la de estancarse. Dar por válida de que la dinámica de stress, presupuestos gratis, mil cambios de clientes y todo con prisa y mensajes a las 11h de la noche y domingos es la buena. No porque sea la tónica general de muchos estudios, significa que sea la correcta y que no se puedan hacer las cosas de forma diferente.
Parece que es la tónica general, pero solo porque muchos estudios se quedan en esta fase y ya no avanzan más.
PROGRESO
En esta fase, tienes que hacer frente a dos grandes decisiones:
La primera, marcarte tus objetivos. Tienes ya un estudio de funciona, pero quieres más, y esto es lo que tienes que decidir, si quieres más clientes, si quieres diversificar, si quieres tener más tiempo para ti, lo que sea, pero márcate alguno.
El otro punto clave es el de delegar.
A todos nos ha dado miedo dar este paso, pero si tu problema en la fase anterior era de falta de tiempo, y ahora quieres más clientes, tienes que hacer algo con tu capacidad productiva, una es actuar sobre los procesos que tienes, y la otra es delegar.
Delegar no significa perder el control, significa que te van a ayudar a llegar a todo.
Piensa que no tienes que delegar partes importantes, sino las que te hagan perder más tiempo.
DIRECCIÓN
En esta fase, ya estás en lo más TOP, ahora lo importante es mantenerse.
Te has creado un nombre, tienes muchas referencias, tus clientes vienen a ti, etc…
Pero no te puedes relajar.
Entras en una fase cómoda para la toma de decisiones, pero tienes que seguir estando ahí, aportando valor y decidiendo como quieres que sea esta etapa.
Tendrás que estar al tanto de las últimas tendencias, llevas ya un tiempo, y habrá cambiado la forma de hacer las cosas.
Yo cuando empecé, los planos se hacían a mano… y fíjate ahora…
Aunque la esencia de hacer interiorismo y de proyectar no cambian y es la que te ha traído hasta aquí, la manera de vender, de contactar con los clientes, de presentarles los proyectos, la competencia, etc… sí que habrá cambiado desde los tiempos en que arrancaste el estudio con una sola idea en la cabeza y mucha ilusión.
Por eso es importante que, para mantenerte, sigas al pie del cañón.
Sigues siendo la cabeza pensante, que no se te olvide.
Delega 100% y dedicarte a viajar, si es lo que quieres, o implícate solo en aquello que más te gusta, pero sigue ahí supervisando que las cosas marchan según has decidido.
¿No tienes claro en qué fase te encuentras? Si lo tienes, ¿Pero no sabes que paso dar?
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Así que espero escribirte y que tú me leas.