Te voy a contar una pequeña historia de una interiorista llamada Leire.
De todo corazón, Leire quería transformarse en una interiorista con un estudio rentable
Tenía un mensaje que compartir con el mundo, quería tener el control de su vida profesional y necesitaba reinventar su relación con el trabajo, para poder conciliar mejor y a la vez seguir facturando para mantener su sueño de ser emprendedora.
Leire estaba comprometida con su sueño y no temía trabajar duro.
Recordaba con nostalgia el día, hacía unos años, que se había tirado a la piscina y decidido montar su estudio.
Lo había compaginado con su trabajo por cuenta ajena y había conseguido un cliente recomendada por un vecino.
Había decidido hacer un experimento para ver si de verdad podía ganar dinero con su estudio, sin tener que asumir el riesgo de dejar su trabajo actual.
Hasta aquí todo iba bien.